La Fundación César Manrique se ubica en la casa-estudio que habitó el artista, situada en el Taro de Tahíche (Lanzarote). Quizás sea la obra que mejor representa los ideales personales y artísticos de Manrique. Edificada en 1968 sobre una colada lávica de la erupción ocurrida en la isla durante 1730-36, aprovecha, en el nivel inferior, la formación natural de cinco burbujas volcánicas, para configurar un espacio habitable sorprendente y ejemplar en cuanto actuación sobre espacio natural. Por su parte, el exterior de la casa y nivel superior está inspirado en la arquitectura tradicional de Lanzarote.
La Fundación César Manrique, creada en 1992, es una institución privada sin fines lucrativos. Su ámbito es internacional. En la actualidad, recibe más de 300.000 visitantes al año. Se constituye como una plataforma cultural conformada a partir de la atención que presta a tres líneas cruzadas de desarrollo: las artes plásticas, el medio ambiente y la reflexión cultural.
Los programas y las diferentes iniciativas desarrolladas se incluyen en esa zona de encuentro, abordada con vocación de transversalidad y espíritu crítico y alternativo. Estas son sus tres líneas de trabajo:
- Conservación, estudio y difusión de la obra de César Manrique.
- Promoción de la actividad artística y la reflexión cultural.
- Desarrollo de actividades que favorezcan el respeto al medio natural y a la ordenación del territorio.
- Organiza regularmente foros de reflexión y debate. Desde 1994 se vienen desarrollando con continuidad los espacios El autor y su obra y Miradas divergentes. El Medio Ambiente se ha consolidado durante 1997 como un área clave de la Fundación. Entre las actividades que ya se encuentran afianzadas destaca el foro de reflexión Fronteras y direcciones del progreso. Un espacio de propuestas y debate en el que los ponentes, desde enfoques pluridisciplinares, se aproximan a nuevos modelos y concepciones de progreso.
Para César Manrique, la naturaleza fue la referencia fundamental de su arte y de su existencia. Hasta el final de sus días mantuvo un profundo compromiso con la defensa del medio ambiente y, en concreto, de su isla natal, Lanzarote.